Periodo prehispánico
El periodo prehispánico abarca un lapso que va desde la llegada del hombre a nuestro continente hasta el descubrimiento de América por los europeos. Este periodo tuvo en lento desarrollo que se inició con los primeros recolectores y cazadores hasta la formación de asentamientos estables debido a la práctica de la agricultura que obliga a esperar en un mismo sitio el producto de la cosecha. Estas sociedades incipientes se agrupan en aldeas formadas por viviendas muy simples, convirtiéndose con el tiempo en centros ceremoniales que responden a una ideología, la que se expresa mediante diversas manifestaciones religiosas. Es característico de estos grupos humanos el cuidado que ponen en los enterramientos a causa de su creencia en la otra vida. Por ello se conservan los cuerpos mediante procesos de momificación. Finalmente, se forman grandes y poderosos estados gracias a una organización eficiente, al uso de una tecnología avanzada y a la distribución del trabajo, lo que permite tener un excedente que se utiliza al servicio de la comunidad. Se construyen templos, palacios y caminos, y se conforman las primeras ciudades. Existe un arte desarrollado que se manifiesta principalmente mediante la cerámica y la textilería.
Viscachani
El hombre llegó a los andes durante la era cuaternaria, convivió con los grandes animales del periodo, como el tigre de dientes de sable y otros. Algunos de estos animales se transformaron pero la mayoría no sobrevivieron tal el caso del caballo. La población debido a la corriente migratoria de cazadores procedente del norte, invadió los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas de la última glaciación. Los nuevos migrantes se asentaron definitivamente desarrollando una cultura incipiente. A este período pre cerámico y pre agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani, que se adjudican una antigüedad de varios milenios. De Viscachani se hallaron piezas similares a las hojas de laurel que les sirvieron para la caza y se usaron adheridas a lanzas arrojadizas. En esta etapa ulterior estos pueblos cazadores convivieron con la fauna post-glaciar, desarrollaron una cultura incipiente relacionada con la arquitectura rupestre. A los pueblos cazadores les siguieron los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuya herencia quedan en el lago Titicaca y en las costas del Pacífico, en Huanchaco Perú. Sus descendientes son los Urus. Si consideramos el entorno físico de la región altiplánica situada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental, tenemos la cuenca lacustre cuya historia está ligada a la fluctuante climatología de la zona. Según el informe de Ostrom hacia el año 10.000 antes de nuestra era el nivel del algo estaba 5 mts. más alto que el nivel actual, de manera que su extensión era mayor a la que conocemos. En el sur existía un gran lago, llamado Tauca, el cual cubría el territorio que ahora ocupan los salares de Uyuni y Coipasa y los lagos Poopo y Uru-Uru con una extensión de 43.000 kilómetros cuadrados. A partir del año 8.500 antes de nuestra era empiezan a decrecer las lluvias produciéndose una gran sequía hacia el año 5.00 a.c. Es entonces que el lago Tauca se seca y el lago Titicaca disminuye su volumen y extensión, quedando el lago menor o Wiñaymarca sin agua. Esto indica que culturas antiguas como la de Viscachani, quedaban muy cerca a las fuentes de agua. Es posible que los urus desciendan de pueblos similares a los de Viscachani, pueblos que estuvieron sujetos a una vida dependiente de la pesca y otros recursos que proporciona la cuenca lacustre, como la totora. A partir de la gran sequía las condiciones mejoraron y hacia el año 2.500 a.c. las condiciones hidrológicas fueron tan favorables que antes del año 1.000 a.c. aparecen las primeras culturas del formativo, como Wankarani y Chiripa y más tarde Pucara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario